Lo +

martes, 15 de septiembre de 2015

Trinity is a Mistery

Me gustan las manos llenas de anillos.

Tal día como hoy hace dos años, entregué un trio de anillos a U. Hoy he hecho lo propio con E, que además son amigas, y E vino de la mano de U, como vamos muchas porque ella es la persona más atenta y motivadora que yo conozco.

La verdad, es que a mí siempre me han llamado la atención los dedos llenos de anillos, pero el aire tribal de aros que en el tiempo y el espacio se agregan y combinan, eso, eso me pirra. El brillo. De algo minúsculo y delicado.


Todo empezó con esta pepita de oro de no más de un gramo. Proviene de una pulsera de E que acorté y sufrí, ya que los eslabones eran huecos y para soldar, pues bueno, no sé, el caso es que lo conseguí, pero seguramente basflemé contra el fabricante.
No sabes lo que estira un gramo de oro. Según los apuntes del Politécnico Easo, un gramo de oro puede estirar hasta un hilo de 1 km. Por eso el oro es un material muy dúctil. Yo no llegué a tanto porque hice un hilo cuadrado de unos 60 mm, lo que me parece ya una pasada, a mí es que 1 mm de 
grosor ya me parece mucho, pero en mí, quizá no en otra persona.
La suerte es que si tienes tu joyera personal, las medidas se adaptan a tí y no al revés. Por eso para E tenía más que decidida la medida. 
Tenemos poco oro y bueno, la idea es optimizarlo y que se vea un poquito, ya que es tan amarillo y tiene ese brillo tan hipnótico...


Pues estas son las piezas para cada anillo, me quedé con ganas de meter una piedra en la elipse, talla Marquesa, ya sabéis, por los labios de la Marquesa de Pompadour. Sino os leéis la entrada del Leviathan, que me la curré tanto como mis joyas. 


O más, no sé, porque me vuelvo loca con mis blogs y la escritura. Me voy metiendo, me voy metiendo, descubriendo cosas maravillosas que quiero contar y además quiero contarlas bien, o como yo quiero al menos, y la cosa me lleva al final mas de una hora. Porque reviso, leo y releo, quito, pongo, cambio.
Igual que cuando fábricas una joya desde el material, de cero a todo, probando, probando....


Entre círculos y elipses me voy a quedar pillada, muy psicodélico todo.
Y también os digo otra cosa. Ahora no me arrepiento de no haber puesto una navette en la elipse. Me encantan las joyas que son solo puro metal.
Las miro y pienso, Larga Vida al Metal.
Y es que en casa siempre nos gustó en heavy.



No hay comentarios:

Publicar un comentario