Vale que sí, que me encanta. Pero me tiene frita, es la típica amante pesada que si no estás con ella la tienes en el coco porque te reconcome.
La joyería me invita a la evasión. Doblemente.
Evasión Positiva: El mismo oficio en sí tiene algo de meditativo, limar ha de ser terapéutico, estoy segura.
Los tamaños mínimos en los que me adentro, la concentración y la atención en un punto hacen que mi cabeza se ponga en off y yo ya no esté allí, sino dentro de mis manos, en otro elemento distinto que trasciende de lo físico para moldear la materia.
Crear las piezas en ese estado mántrico está genial cuando todo fluye. Porque si ocurre lo contrario, sobre todo será porque no me he concentrado lo suficiente, y vuelvo a este mundo donde las emociones existen y no siempre como queremos.
Y blasfemo.
A lo bruto, como a mí me encanta, con la boca bien llena y sucia de tacos al más puro estilo Cela cuando le tocaban los webs.
Es otra forma de terapia para luego no salir a la calle con cara de seta amargada.
Y citando ahora a Almodóvar en volver, los trapos sucios los lavamos entre nosotras.
Y yo mi mala leche me la intento comer en mi casa.
Colgante de Plata con Zafiro en Bruto
Luego, siguiendo con la evasión, qué últimamente es lo que me mola, para despistarme de los encargos en sí, hago piezas para el momento.
En el mercado de Aste Nagusia en Donosti, nos pelamos con la lluvia, pues al día siguiente yo ya le había hecho un homenaje a lo ManitúDanzadelaAbundancia, pero en mi campo, con una joya conmemorativa a las gotas, que cuando voy en el tren se deslizan veloces por la ventana y tienen el brillo y encanto de una gema.
Be Water
Estas cosas preciosas provoca la lluvia
A mí la lluvia me pone contenta, pero siempre lo digo... Ayer una chica en la terraza de La Perla con esta maravillosa visión...
....decía que tenía ganas de el frío para estar en casa con la mantita y un libro. Me pareció buena opción, pero el open sur con esta vista... Ni manta ni libro.
Freedom for Jewellers
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