Siempre tengo prisa para llegar tarde.
Arrastrando una maleta llena de libros para mi atrezzo, todos han bajado al fondo y parece que alguien me tira de ella a la contra para que no avance. Llamo a un taxi, estoy sudando y la ciudad abarrotada de gente está intransitable.
Llego a los voladizos de la Concha, todo está abarrotado de gente, la tarde es impresionante cuando miro al horizonte y todavía no he organizado nada. Así que a ello. A salto de mata, con la Patri a mi vera, oye, qué callo se coge después de haber montado ya nosécuántospuestitos en mi vida. Levanto la vista y veo mi nombre que viene del mar por la isla.
Y el sol empieza a regalarse en un descenso calmado.
Pasa la tarde y no me entero, ni me he podido mover de mi puesto, no me queda saliva ya de hablar con la gente y explicar mi trabajo. Es una gozada, mogollón de interés por mis joyitas y el oficio, muchos elogios a mis piezas, chicas caprichosas que se prueban todo y dicen a sus amigas me encanta este anillo.
Sólo he conseguido escaparme una vez a por un vinito blanco que me sabe a gloria bendita, veo a mis compis de Undermount que están a tope como yo, todos contentos con su nombre que viene por el mar iluminado y cambiante, rodeados de su imaginario personal.
Y cuando cae el sol, todo se relaja, puedo hacer caso a mis amigos y tirarme con la Patri por la arena a mondarnos de la risa y beber blanco a dolor y decir qué guay qué a gusto qué bien me lo estoy pasando. Qué tarde más chula.
Cenamos un langostino cocido que con el blanco va bien y venga majas, a recoger el chiringuito.
Arrastra la maletita de las muñecas rusas de nuevo, esta vez más ligera porque Rubén me ayuda y lleva parte del equipaje que vamos a dejar en Pokhara ipsofactamente, porque nos vamos a bailar y para eso se necesita liberar el peso.
Sólo el verano nos cura de la nostalgia del verano.
*Ramón Eder*
Muchas gracias a Undermount, a todos los que organizasteis el Gaumarket, a mis amigos que siempre me ayudáis, a todos los os acercasteis y a la madre naturaleza que nos deleitó con su mejor puesta en escena, un atardecer que ya huele a verano.
Qué bonito contado lo que vivimos el sábado!
ResponderEliminarEspero la próxima tener mi momentico de expansión para saludarte
Muxus artista