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miércoles, 17 de junio de 2015

De Joyas y Letras. Relatos que son Joyitas.

El Leviatán de Joseph Roth y La Navette de Coral
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Hay muchas más clases de corales de lo que saben las personas corrientes, que los conocen sólo en los escaparates o las tiendas. Ante todo, los hay pulidos y sin pulir, los hay también de bordes rectos o redondeados; en forma de espinas o de bastoncillos, que parecen de alambre espinoso; de un resplandor amarillento, corales casi blanquirojos, del color que tienen los bordes de las rosas de té, rosadoamarillentos, rosado, rojos ladrillo, rojos remolacha, de color cinabrio y, finalmente, los corales que semejan gotas de sangre coagulada y redondas.



Los hay torneados y semitorneados; corales que parecen pequeños barrilitos y otros que parecen cilindros pequeños; hay corales derechos, torcidos y hasta jorobados. Hay estrellas, pinchos, púas y flores. Porque los corales son las plantas más nobles del submundo oceánico, rosas para las caprichosas diosas de los mares, tan ricos de formas y colores como los caprichos de esas diosas.
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"... Era ardiente deseo de los corales ser cogidos y llevados a la superficie de la tierra, tallados, pulidos y ensartados, para servir finalmente al verdadero fín de su existencia: ser joyas de las hermosas aldeanas. Solo allí, en el cuello blanco y firme de las mujeres, en la proximidad más íntima de la arteria palpitante, hermana de los corazones femeninos, los corales revivían, adquirían brillo y hermosura y ejercitaban su mágico poder innato de atraer a los hombres y despertar pasiones amorosas..."


Talla navette marquisse, Debe su nombre a la marquesa de Pompadour: cuenta la leyenda que el Rey Sol quería una gema tallada que se asemejara la forma de la boca de la Marquesa de Pompadour. Con una forma alargada terminada en punta en ambos extremos, esta talla es sumamente luminosa en el centro, pero sus destellos son menores en las puntas. 


Ay...! (*suspiro*)
Desde luego, estoy maravillada, sí, la belleza me conmueve. Y nunca lo voy a poder controlar. 
El Leviatán me encontró a mí, yo no lo buscaba, pero se mostró sugerente en una de las baldas de Traperos de Emaús, en gran parte colaboró a la seducción la bonita edición de Siruela, pues yo desconocía el relato.
Y sabes? Este relato es bello, como pedir la boca de la amada tallada en una piedra preciosa. 
La talla Navette me gusta mucho por un anillo de esmeralda de mi madre, también por su línea elíptica y ahora que descubro el origen de su nombre, celebro la magia y fantasía de las joyas fabricadas de pura ilusión y sueño.


Pero volvamos al relato, El Leviatán, es una exquisitez de cuento que con poética precisión y mediante una parábola delicadamente tejida en la sencillez de los relatos orales, plantea la complejidad del ser humano al pretender  conseguir sus sueños edificando desde la mentira y perdiendo autenticidad.


Los ojitos se me caen... Sueñito... 

Dormir y soñar siempre, con honestidad, sin dejar que el Leviatán venga a buscarnos para darnos muerte.


Yo soy una orfebre llena de sueños lindos que materializo en piezas que son certeras para adornar a las hermosas aldeanas actuales, que tienen sueños de diosas marinas.
No temo al Leviatán, estoy en mi elemento.





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