Este colgante de plata lo he hecho con muchísimo cariño y libertad. Y eso es un gusto porque las horas de trabajo son mucho más entretenidas cuando puedes operar e imaginar a tu antojo.
Me parece bien romántico con la lágrima de Caracolito de Mar. Deben ser las ganas de ver pieles morenas con nácar o marfil, esos crudos inmaculados entre lo tostado.
Mi trabajito me ha costado, pero tirando del refranero, Sarna con Gusto no Pica (Pero Mortifica). Ahí me gusta, recalcando el esfuerzo.





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